miércoles, 30 de septiembre de 2009

Uf!


Estamos con el Teo en el sillon viendo la tele. Teo es mi perro. Ahora esta mirando con mucha atencion al ministro Velasco mientras habla del presupuesto del gobierno. Siempre me pregunto si entenderá algo...


Deben creer que es una tontera, pero si conocieran al Teo a lo mejor lo entenderian un poco.


Les cuento la historia desde el principio. Mi mamá nunca me dejo tener un perro. Jamás. Le cargan (el Teo tambien le carga) los animales, asi que mi trauma infantil fue no tener mascota. Así que apenas me fui a vivir sola me empezo a dar vueltas lo de la mascota. Y así llego Teo. Lo tengo de chico así que estamos acostumbrados a las mañas del otro. Me costó, lo tengo que reconocer.
Cuando el Teo era mas chico viviamos en un depto, y como yo salia a trabajar él se quedaba solo... puros desastres!!! Una vez llegamos con Oscar (mi maravilloso novio) y el living estaba lleno de papel confort que el lindo sacó del papelero del baño... que verguenza mas grande. Hasta se comia la pintura de las paredes... yo creo que sufria mucho. Asi que cuando tuvimos que cambiarnos de casa, obvio que buscamos una con harto patio.
A pesar de todos los destrozos que ha hecho mi perro (que no son pocos), ya no me imagino como sería mi casa sin él.


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